11 de Marzo de 2025. Una frase del Evangelio de cada día. “Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso”

Evangelio del día 11 de Marzo de 2025.

Mateo 6, 7-15

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. Vosotros orad así:

“Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo,
danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal”.

Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, también os perdonará vuestro Padre celestial, pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas».

Hoy nos fijamos en la frase:

            Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso”

Este evangelio, debería ser para nosotros adoradores nocturnos motivo de reflexión muy especial.

En nuestras vigilias, rezamos la liturgia de las horas: Vísperas, Oficio de lectura y ahora en estos tiempos que nos toca vivir Completas, ya que no hacemos las vigilias con la duración suficiente para hacer Laudes.

Todo esto está muy bien, pero precisamente nosotros que tenemos que recitar mucho con los labios, quizás estemos necesitados de más pausa, de más comprensión de lo que recitamos en los himnos y salmos.

Al haberse reducido el tiempo de nuestras vigilias, da la sensación de que tenemos prisa por poder rezar todo lo ordenado en nuestro manual y nos olvidamos de lo principal. Tenemos que rezar más con el corazón, poniendo todos nuestros sentidos en lo principal; estamos en presencia del Señor, le estamos hablando y no podemos hacerlo como si fuera una rutina.

Puede que algunas cosas nos cueste entenderlas, pero deberíamos estar tan centrados en lo que sale de nuestros labios cuando nos dirigimos a Dios que debería causarnos asombro.

Cuando decimos, “Padre nuestro”, ya debería agrandarse nuestro corazón, ¿hay algo más grande que hablar con un padre o una madre, y sobre todo si por nuestra fe, creemos que es nuestro Padre Celestial?

No pretendo ir frase por frase, solamente quisiera que cada uno de nosotros nos paráramos, detrás de cada una un minuto, reflexionáramos y pensáramos en como rezamos cuando estamos todos juntos en las vigilias.

La oración es una de las prácticas cuaresmales, para disponernos a acompañar la Pasión, Muerte y Resurrección. La oración es un acto de alabanza a Dios y nosotros vamos a Adorarle. Seamos consecuentes con nuestra vocación.

En el Padre nuestro, oración fundamental del cristiano reconocemos ser hijos del Padre, reconocemos su santidad, pedimos la venida del Reino y el pan de cada día,  queremos que se haga su voluntad, pedimos perdón y nos comprometemos a perdonar, y solicitamos ayuda para no caer en tentaciones y males.

¿Hay algo más completo para el cristiano, que compendie lo que tenemos que hacer con nuestra vida?

¿Somos capaces de emocionarnos cuando oramos al Padre, al Hijo, al Espíritu Santo?

¿Somos capaces de emocionarnos cuando nos dirigimos a nuestra Madre, la Virgen María?

Si es así, seguro que hemos abierto nuestro corazón completamente y no estamos recitando, sino llenos de amor.

Perdona Señor nuestro ritualismo, nuestras prisas y todo aquello que no comprendemos que hacemos mal.

Adorado sea el Santísimo Sacramento.

Sea por siempre Bendito y Alabado.                                               FVR.

Comments

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *