Evangelio del día 26 de Febrero de 2025.

Marcos 9, 38-40

En aquel tiempo, Juan le dijo a Jesús: «Hemos visto a uno que expulsa a los demonios en tu nombre, y como no es de los nuestros, se lo prohibimos». Pero Jesús le respondió: «No se lo prohíban, porque no hay ninguno que haga milagros en mi nombre, que luego sea capaz de hablar mal de mí. Todo aquel que no está contra nosotros, está a nuestro favor».

Hoy nos fijamos en la frase:

            «No se lo prohíban, porque no hay ninguno que haga milagros en mi nombre, que luego sea capaz de hablar mal de mí.”

Gran lección la de Jesús a sus discípulos y a nosotros en unas pocas frases.

Lo primero que nos da es una lección de humildad, de fe y responsabilidad, y nosotros lo que vemos es la competencia que nos hacen, “otros que no son de los nuestros”. Nos creemos que tenemos el monopolio, la exclusividad de hacer el bien, y Él nos recuerda que todos los hombres somos hijos de Dios, que en el cristiano no cabe la exclusividad o la soberbia de creernos mejores que los demás

Posiblemente pensamos que por ser de un grupo o creencia distinta a la nuestra, aunque hagan el bien, no es lo mismo, porque no son de los nuestros y  pretendemos aislarles o marginarles.

 Jesús nos dice todo lo contrario. Si alguien hace el bien en su nombre, será porque el Señor que conoce el corazón de todos le habrá llenado de su espíritu.

¿Acaso somos capaces nosotros de conocer los designios de Dios?, Él nos da libertad, actúa sobre nosotros y envía su espíritu donde lo considera conveniente. Nosotros lo que tenemos que hacer es colaborar con quien hace el bien, acoger con amor y confianza sus buenas obras y reconocer con humildad que Dios es padre de todos.

En el Reino del Señor no puede haber excepciones, todo el que obra el bien, procura la justicia, la paz,  la libertad y dignidad humana es bien acogido por Él.

Convencidos de tus palabras “todo aquel que no está contra nosotros, está a nuestro favor», hoy Señor queremos pedirte que nos hagas dialogantes y comprensivos; que agrandes nuestros corazones para entender a los demás, para saber mirar las obras buenas que hacen quien no somos nosotros, y ayuda para amar y construir un mundo mas justo.

Adorado sea el Santísimo Sacramento.

Sea por siempre Bendito y Alabado.                                               FVR.